En un lugar lejano a la famosa L’Avenue Montaigne, en Montauroux, a tan solo 18 km de Grasse, conocida como la cuna del perfume, Christian Dior cumplió su último sueño. El Château de la Colle Noire, una majestuosa construcción del siglo XIX rodeada de 50 hectáreas de terreno, cautivó al reconocido diseñador de moda maduro, quien lo adquirió en 1951 en un estado de decadencia.
Christian Dior convirtió este lugar en su retiro en Provenza, donde podía disfrutar del sur y estar rodeado de su familia. El suelo empedrado de la entrada fue diseñado por Dior y representa la Estrella de los Vientos.
Una restauración incompleta
Para transformar lo que en su momento eran bodegas y graneros en salones y suites, contrató al arquitecto André Svétchine, un maestro de la arquitectura neoprovenzal. Con paciencia y dedicación, el castillo fue restaurado y se convirtió en un lugar dedicado a las artes y al buen gusto, atrayendo a sus amigos artistas y nutriendo su pasión creativa.
La bañera del baño del diseñador, hecha de mármol blanco y grifería de cuello cisne, es simplemente espectacular. Las paredes de espejo, suministro de agua, lavabo de cobre y lámparas colgantes complementan el ambiente de lujo.
El extenso jardín diseñado meticulosamente por Christian Dior evoca recuerdos de la villa familiar en Grandville (Normandía), donde pasó su infancia. Más que una residencia de verano, era una finca importante donde cultivaba rosas para perfumes, vides, olivos y jazmines, con la ayuda de su hermana Catherine.
El legado de Christian Dior
En 1956, Christian Dior escribió su autobiografía «Christian Dior et moi» y, tras su fallecimiento en 1957, dejó la propiedad a su hermana y a Raymonde Zehnacker, su colaboradora fiel. En 1958, la propiedad fue vendida y pasó por distintas manos, sufriendo abandono y saqueos, hasta que en 2013 La Maison de Parfums Dior la adquirió e inició las obras de restauración.
Desde el jardín y el estanque hasta las habitaciones de invitados, el salón de recepción, la cocina, su dormitorio y despacho, todo ha sido restaurado con precisión. Además, se han incorporado otras suites como la Chagall, Picasso o Dalí, diseñadas por el decorador Yves de Marseille.
Un taller de perfumes, como extensión del castillo, corona esta obra donde el genio de la moda vuelve a brillar bajo el sol de la Provenza. La historia y el legado de Christian Dior perduran en cada rincón de este majestuoso Château de la Colle Noire.