Carlota Casiraghi, la nieta de Grace Kelly, continúa destacándose como una figura influyente en el mundo de la moda. Su habilidad para convertir lo simple en icónico se demuestra una vez más en su último atuendo, que incluye un jersey trenzado con lentejuelas y unos clásicos pantalones vaqueros. A sus 38 años, Carlota no sigue las tendencias, sino que las reinterpreta, creando una elegancia effortless que se convierte en su sello distintivo a la hora de vestir.
El arte de destacar sin pretensiones
El jersey negro elegido por Carlota, una creación de la casa francesa Chanel, combina la tradición de la maison con un toque festivo gracias al bordado de lentejuelas en la parte frontal. El cuello tipo perkins y las mangas acanaladas aportan estructura y calidez a la prenda, convirtiéndola en una opción ideal para celebraciones navideñas.
Para equilibrar el protagonismo del jersey, la royal optó por unos jeans de corte clásico, que añaden un aire relajado sin restar sofisticación al conjunto. Esta elección muestra su habilidad para combinar piezas básicas con lujosas, demostrando por qué es considerada un ícono de estilo.
Además de su impecable vestimenta, Carlota siempre evoca la memoria de su abuela, Grace Kelly, y su madre, Carolina de Mónaco, quienes son sus iconos de estilo. El minimalismo de su conjunto refleja la filosofía estilística de ambas: destacar la personalidad a través de la sencillez. Aunque en eventos como el Festival de Cannes o el Baile De la Rosa de Montecarlo, Carlota suele arriesgarse un poco más y mostrar su lado más atrevido.
Su característico clavicut, una melena a la altura de la clavícula con ligeras ondas, recuerda uno de los estilos más icónicos de Carolina de Mónaco. En un contexto donde otras royals europeas optan por atuendos más elaborados para festividades, Carlota elige un enfoque más sencillo. La confianza en sí misma es su mejor aliado para reflejar buen gusto y elegancia.
Un compromiso con la moda y la cultura
El conjunto de Carlota es un ejemplo de que no se necesita un guardarropa excesivo para destacar, ya que con prendas funcionales y bien combinadas se puede crear un look práctico e inolvidable. Desde su colaboración con Chanel en 2021, la hija de Carolina de Mónaco ha trascendido el rol de musa para convertirse en una embajadora activa de la marca.
Además de lucir outfits impecables, Carlota también ha vinculado su imagen a proyectos culturales como «Los encuentros literarios de la rue Cambon», donde literatura y moda se entrelazan. Esta combinación de arte y estilo enriquece su figura pública y la posiciona como una royal multifacética que va más allá de la industria de la moda.