La historia de la casa de la arquitecta Antonie Bertherat-Kioes es fascinante y llena de transformaciones. Este chalet de montaña, ubicado en Suiza, solía ser la estación principal de la línea de tren Montreux-Oberland Bernois, manteniendo aún la plataforma donde los trenes hacen parada.
La Transformación de la Estación en un Acogedor Chalet
Antonie Bertherat-Kioes convirtió el edificio industrial en un cálido y acogedor chalet de montaña, manteniendo intactos los generadores que se encuentran en el corazón de la casa. El desafío de transformar la estación en una vivienda fue enorme, pero la arquitecta logró crear un espacio único y acogedor.
En el interior, Bertherat-Kioes diseñó cuidadosamente cada espacio para aprovechar al máximo la luz natural y las vistas al valle de Gstaad. El hall de los generadores se convirtió en la zona de acceso, la cocina y el comedor, con techos altos y mucha luminosidad. Además, añadió una entreplanta con su estudio, que ofrece vistas impresionantes del espacio principal.
El Reto de Crear un Cuarto de Baño con Privacidad
Uno de los mayores desafíos en la transformación fue crear un dormitorio principal con un baño que mantuviera la privacidad pero sin perder las vistas a la montaña. Bertherat-Kioes decidió construir una caja de madera en el centro de la habitación, separando la zona de dormir del vestidor y permitiendo la entrada de luz natural a través de una ventana interior.
El cuarto de estar, ubicado en otro gran espacio industrial de la estación, ofrece una vista panorámica del valle de Gstaad, con un escenario de montañas nevadas y pinos. Bertherat-Kioes se aseguró de que el espacio fuera cálido y confortable, a pesar de su tamaño.
Un Chalet Único y Equilibrado
La casa de Antonie Bertherat-Kioes es realmente única, con un fuerte carácter industrial aportado por los generadores, pero equilibrado por dormitorios con una sensación orgánica de calidez. La arquitecta logró combinar materiales y texturas de forma magistral, creando un ambiente acogedor y moderno a la vez.
En resumen, la casa de la arquitecta es un testimonio de su talento y creatividad, transformando un antiguo edificio industrial en un chalet de montaña acogedor y lleno de encanto. La mezcla de elementos industriales con muebles contemporáneos y piezas de arte crea un ambiente único y acogedor para disfrutar de las maravillas de la naturaleza suiza.