Nicole Kidman durante el rodaje de su drama erótico Babygirl: "Ya no quiero tener más orgasmos"

Nicole Kidman reveló los desafíos emocionales que tuvo que enfrentar durante la filmación de «Babygirl», la nueva película dirigida por Halina Reijn. En una entrevista reciente, la actriz compartió cómo las intensas escenas íntimas le provocaron una combinación de agotamiento y excitación, llegando incluso a detener temporalmente la filmación. Fue un proceso agotador y emocionalmente desgastante para Kidman, quien expresó su frustración y necesidad de un descanso en ciertos momentos.

En «Babygirl», Kidman interpreta a Romy, una mujer de negocios exitosa que pone en riesgo su estabilidad personal y profesional al embarcarse en una relación apasionada con su joven asistente, Samuel, interpretado por Harris Dickinson. La actriz admitió que las escenas con Dickinson y Antonio Banderas la afectaron emocionalmente y la llevaron al límite de sus capacidades. La intensidad de la película generó un ambiente de confianza entre el elenco y el equipo técnico, aunque también desafió a los actores a mantenerse concentrados y comprometidos con sus interpretaciones.

El tráiler de «Babygirl» ha despertado la curiosidad de los espectadores, quienes esperan una película cargada de emociones complejas y tensión. Esta no es la primera vez que Kidman aborda temas de sexualidad y vulnerabilidad emocional en la pantalla grande. Con películas como «Eyes Wide Shut» y «Moulin Rouge», la actriz ha demostrado su capacidad para explorar la pasión y el deseo de manera auténtica y conmovedora.

Reflexionando sobre su carrera y sus motivaciones como actriz, Kidman reveló que busca personajes que le permitan descubrir nuevos aspectos de sí misma y desafiar sus propios límites. La colaboración con Halina Reijn fue fundamental para abordar el delicado papel de Romy en «Babygirl», ya que la directora creó un ambiente de confianza y apertura que permitió a Kidman explorar las profundidades emocionales del personaje.

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A nivel personal, Kidman ha demostrado un compromiso constante con su carrera y la exploración de roles desafiantes y complejos. Su matrimonio con el músico Keith Urban y su experiencia como madre han influido en su dedicación al arte de la actuación, buscando constantemente personajes que la desafíen y la inspiren a crecer como artista.

En conclusión, la experiencia de Nicole Kidman en «Babygirl» ha sido emocionalmente intensa y desafiante, pero también ha sido una oportunidad para explorar nuevas facetas de su talento y conectar con el público de una manera profunda y auténtica. Su compromiso con la actuación y su capacidad para adentrarse en la complejidad de los personajes la convierten en una de las actrices más admiradas y respetadas de la industria cinematográfica.

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