En este hermoso piso del casco antiguo de Palma de Mallorca, se puede apreciar un contraste marcado entre los colores tierra desgastados y los materiales clásicos del interior y las brillantes obras de arte contemporáneo que adornan el espacio. Este lugar se convierte en un continente neutro para un contenido altamente explosivo.
Una pasión por el arte
La pareja sueca propietaria de esta vivienda se autodenomina «frikis del arte» y toda su vida gira en torno a las cientos de obras de arte que la decoran. Desde el hall, donde comienza la exposición, hasta las salas dedicadas a mostrar las obras, cada rincón de este piso es un reflejo de su amor por el arte.
Quizás otros propietarios habrían destinado estas salas a usos más convencionales, como comedor o salón, pero para esta pareja el arte es lo más importante. Incluso en la habitación más convencional, se pueden encontrar arañas de cristal de 350 años de edad cuidadosamente restauradas, que aportan un toque de historia al espacio.
Una galería en casa
A pesar de que Palma de Mallorca no sea conocida por ser un epicentro del arte contemporáneo, los Lundgren podrían cambiar esa percepción. Con su tercera galería en proceso de apertura, esta pareja está decidida a difundir su amor por el arte y convertir a la ciudad en un punto de referencia en el mundo del arte contemporáneo.
La Galería Stefan Lundgren representa a 17 artistas de todo el mundo y busca ser un espacio de juego para aquellos creadores que desafían las normas y plantean las preguntas más difíciles. Para Stefan y Parnilla, el trabajo es su vida y han decidido disfrutar de ella al máximo en Mallorca, donde encuentran la inspiración y la felicidad que necesitan para seguir adelante.
Arte en cada rincón
En esta casa, el arte es el protagonista indiscutible. Desde la cocina, convertida en una biblioteca repleta de libros y obras de arte, hasta el salón, donde se puede disfrutar de una atmósfera de lujo informal, cada espacio está diseñado para destacar las obras de arte que lo habitan.
La sala de estar, el espacio más convencional de la vivienda, se convierte en un refugio acogedor donde se puede descansar rodeado de arte. Las mantas de piel de oveja, los amplios sofás y los motivos botánicos pintados en el techo crean un ambiente único y acogedor que invita a relajarse y disfrutar del arte.
Los Lundgren han hecho de su hogar un lugar donde el arte es el centro de todo. Para ellos, vivir rodeados de obras que les hablan todos los días es una prioridad, y cada rincón de su casa refleja su pasión por el arte y su amor por la vida.