Helena Rohner, reconocida diseñadora de joyas, comparte su visión sobre la sofisticación y la simplicidad en la decoración de su luminoso piso en el barrio madrileño de La Latina. En este artículo, descubriremos cómo combina elementos decorativos escandinavos con un encanto afrancesado, reflejando su sensibilidad estética y sus raíces canarias. Además, conoceremos cómo la madera y los detalles cambiantes le permiten mantener un ambiente versátil y personalizado en su hogar.
La influencia nórdica en el diseño de interiores
Helena Rohner se ha inspirado en el diseño escandinavo para crear un ambiente acogedor y minimalista en su hogar. Su relación con piezas icónicas de diseñadores como Louis Poulsen y Hans Wegner ha marcado su sentido estético y su elección de mobiliario en madera. Esta influencia se manifiesta en la neutralidad y versatilidad de su espacio, que se complementa con elementos decorativos escandinavos que aportan un toque de elegancia y simplicidad.
La esencia canaria en la decoración
Las raíces de Helena en las Islas Canarias se reflejan en la sensibilidad compositiva de su hogar. La naturaleza y la pureza de las cosas son elementos esenciales en su decoración, que se ve en la presencia de numerosas plantas que aportan frescura y vida al ambiente. Su preferencia por la madera como material principal revela su conexión con lo elemental y lo honesto, creando un espacio que invita a la calma y la serenidad.
Un hogar en constante evolución
La diseñadora considera su hogar como un reflejo de su persona, un espacio en el que se siente inspirada y cómoda. La versatilidad de los elementos decorativos le permite cambiar el concepto de su decoración según su ánimo y la temporada, creando ambientes que se adaptan a sus necesidades y gustos en cada momento. La movilidad y la flexibilidad son aspectos fundamentales en su hogar, donde la creatividad y la personalización son los pilares de su estilo de vida.
En definitiva, la casa de Helena Rohner es un ejemplo de cómo la simplicidad y la sofisticación pueden convivir en armonía, creando un espacio único y acogedor que refleja la esencia de su propietaria. Su hogar es un reflejo de su sensibilidad estética, su conexión con la naturaleza y su búsqueda de la esencia de las cosas, siguiendo la máxima de Leonardo da Vinci de que la simplicidad es la última sofisticación.