En una casa de New Canaan con una elegancia austera y contrastes fuertes, los propietarios, Hans Neleman y Tessa Neleman-Pimontel, han creado un espacio acogedor lleno de muebles únicos y tesoros de rastrillos. A pesar de no tener formación en diseño de interiores, ambos han logrado transformar su hogar en un lugar cálido y acogedor, utilizando muebles reciclados y elementos de ferreterías de México.
Historia de la Casa
Hans descubrió la casa en los años 90 mientras buscaba un lugar para desconectar de su loft en el Soho. La casa, construida en 1937 y con una decoración de los años 70, fue renovada por la pareja para crear un espacio abierto y acogedor. Lo que comenzó como una ampliación del estudio de 65 metros cuadrados se convirtió en una renovación completa que sumó 93 metros cuadrados adicionales a la casa.
Estilo de Diseño
Tessa se inspiró en la estética europea acogedora de su infancia para diseñar la casa, utilizando madera oscura, muebles de gran tamaño y marcos de cuadros dorados. Durante un viaje a México, la pareja adquirió muebles reciclados que ahora forman parte de la decoración de la casa, aportando un toque único y personal.
Transformación Constante
La casa es un espacio en constante evolución, donde cada miembro de la familia encuentra un lugar para sus actividades favoritas. Mientras Hans trabaja detrás de la cámara, sus hijos diseñan sus propias habitaciones y crean juegos en el hall de la casa. Tessa, por su parte, se dedica a diseñar y decorar diferentes espacios de la casa, creando un ambiente dinámico y acogedor.
En resumen, la casa de Hans y Tessa Neleman es un reflejo de su creatividad y su amor por los espacios cálidos y acogedores. A través de muebles reciclados, elementos únicos y una mezcla de estilos europeos y mexicanos, han logrado crear un hogar único y lleno de vida.